Botox... Mitos y Verdades. En este artículo descubriremos los mitos generados en torno a este medi
- Por Dr. Raúl Sierra Franco
- 23 jul 2015
- 4 Min. de lectura

En este artículo descubriremos los mitos generados en torno a este medicamento tan controversial y sin duda cada vez más usado con fines estéticos de rejuvenecimiento y otros usos terapéuticos. Consultamos a un especialista para contestar de manera sencilla las interrogantes más comunes sobre la utilización de este medicamento.
Antes que nada, vale la pena destacar que Botox® es la marca registrada de “Toxina Botulínica tipo A” más conocida, estudiada y utilizada, pionera en aplicaciones con fines estéticos en el mundo, sin embargo, en la actualidad existen otras marcas registradas y asimismo aprobadas por las instituciones de salud en México como son Xeomeen®, Dysport®.
“La toxina Botulínica tipo A” es una proteína obtenida de manera biosintética, que relaja temporalmente el músculo en el que se aplica. En estética se utiliza para atenuar o disminuir las arrugas de expresión, que son aquellas que se forman cada vez que nos expresamos, reímos, lloramos, y producen que los músculos de la cara se contraigan, de manera que con el paso del tiempo formen arrugas tales como las líneas de la frente, entrecejo, patas de gallo entre otras.
Mito 1: “El Botox produce pérdida de expresión en el rostro y deja caras con gestos extraños”.
Verdad: Si la aplicación del Botox se ha realizado en los puntos y dosis correctas, refresca el rostro, lo hace lucir saludable y descansado sin que la gente lo note. Justamente uno de los aspectos más valorados por los usuarios, son los resultados naturales.
Mito 2: “Una vez que se van los efectos, o al dejarlo de usar, uno queda peor de lo que estaba antes.”
Verdad: Esto es incorrecto, ya que además de reducir las arrugas, las previene. Al relajar temporalmente el músculo responsable de la formación de la arruga, previene la formación de nuevas líneas de expresión, ya que su efecto impide la profundización de las arrugas existentes y la formación de nuevas, actuando de manera preventiva.
Mito 3: “El Botox deforma los labios y deja pómulos inflados.”
Verdad: En primer lugar el Botox NO se aplica en los labios o en los pómulos, y fundamentalmente, NO confiere volumen, por lo tanto NO ES UN RELLENO. Los labios y pómulos contundentes, exagerados, deformes, son aquellos en los que se han aplicado rellenos permanentes, como la silicona o el metacrilato, que no acompañan el proceso de envejecimiento. Hay rellenos de ácido hialurónico que son reabsorbibles, biocompatibles, y pueden modelar los labios de manera totalmente natural.
Mito 4: “El Botox no se puede aplicar muchas veces porque es una toxina.”
Verdad: Existen otros usos como por ejemplo en neurología, donde se utilizan dosis mucho mayores a las cosméticas en forma regular, por lo que no hay riesgos en su uso estético ni en el uso repetido. La única recomendación es dejar pasar por lo menos 3 meses entre aplicación y aplicación para no desarrollar anticuerpos.
Mito 5: “Hay cremas con Botox o efecto Botox.”
Verdad: De ninguna manera una crema puede lograr los resultados que se logran con la aplicación directa a nivel del músculo que origina las arrugas. Existen algunos productos cosméticos que contienen agentes tensores como por ejemplo Argereline que logra tensar la piel y disminuir las arrugas por algunas horas o en su defecto logran disminuir las arrugas bajo un uso prolongado y continuo.
Mito 6: “Es peligroso aplicarse Botox.”
Verdad: Los efectos adversos aparecen en menos del 1% de los pacientes, y en caso de darse son leves, localizados y temporales. Pueden ser enrojecimiento y/o dolor en la zona de aplicación, algún pequeño hematoma, el cual se puede ocultar con maquillaje, o dolor de cabeza leve causado por la tensión en el momento de la aplicación.
Mito 7: “El Botox es para mujeres mayores de 40 años.”
Verdad: Cada vez es más importante el efecto preventivo de la toxina botulínica, por lo que se recomienda su uso a partir de la aparición de las primeras líneas de expresión, esto puede ser alrededor de los 30 años, incluso antes.
Mito 8: El uso de Botox causa adicción”
Verdad: El Botox no causa adicción. Cuando el efecto desaparece(alrededor de 4 a 6 meses), el paciente quiere eliminar las arrugas de nuevo para verse bien y sentirse mejor, y no por que el botox tenga alguna sustancia que lo haga dependiente.
Mito 9: “Las personas con alguna enfermedad o las embarazadas no pueden aplicarse botox”.
Verdad: El Procedimiento con Toxina Botulinica tiene muy pocas contraindicaciones, sin embargo no es recomendable cuando se está bajo algún tratamiento con antibióticos. En relación a las embarazadas, no hay suficientes estudios clínicos que justifiquen la aplicación estética de botox, por lo que se prefiere no usarlo durante el periodo de gestación.
Mito 10: “La aplicación de Botox duele.”
Verdad: Su aplicación es por medio de micro inyecciones. Para reducir la molestia de la inyección se puede utilizar alguna crema anestésica o bolsitas de gel frío sobre la zona a aplicar, siendo bien tolerado por los pacientes.
Mito 11: “El botox sólo se usa con fines estéticos de rejuvenecimiento”.
Verdad: Actualmente la toxina botulínica ya se está utilizando con otros fines como sudoración excesiva (axilas, manos, pies), en algunos casos de migraña, tratamiento de sonrisa gingival, bruxismo (rechinar los dientes).
Existen estudios clínicos donde se ha comprobado su eficacia en neuralgia del trigémino, paralisis facial, distonia del cuello, incontinencia urinaria, Parkinson, incluso en algunos tipos de cáncer como el de mama, se han descrito alrededor de casi 100 aplicaciones de la toxina botulínica.
Como te diste cuenta, hay muchos mitos en relación a este procedimiento médico estético, que sin duda hoy en día, sigue siendo el tratamiento de rejuvenecimiento por excelencia no quirúrgico para el tercio superior de la cara.
Es importante que este procedimiento sea realizado por médicos especialistas en la materia y no arriesgues tu salud. Siendo un tratamiento seguro, su aplicación dura alrededor de 30 minutos, que no limita tus actividades diarias, y los cuidados generales son muy sencillos de llevar. El efecto estético aparece alrededor del 3º al 5º día, siendo su efecto máximo alrededor del día 15, permaneciendo así en un periodo de hasta 4 a 6 meses.
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